viernes, 27 de noviembre de 2020

49. Desahogo.

Las chicas siguieron su camino hacia el campo de entrenamiento de nuevo, Kathra seguía a Jez en silencio. En el rostro de Jezebel se notaba el enfado, necesitaba desfogar. 

Cuando salieron al campo, tomó su espada bastarda y, sin mediar palabra, se dirigió a los muñecos de combate, se colocó en el centro del circulo. 


- ¡Fuera! -Gritó la pelirroja. 


Derek, Flavio y William que estaban entrenando allí, se alejaron rápidamente al oír el grito de la joven. Cuando los tres jóvenes salieron del círculo de los muñecos, comenzó a atacar a los dummies, haciendo fintas y giros.  


- ¿Qué le pasa? -Preguntó Flavio a Kathra, que se había colocado junto a ellos. 


-Creo que tiene mucho estrés encima y.…nos acabamos de enterar que Jake entrena con un Inquisidor y nos lo ha estado ocultando. -Respondió Kathra.- Íbamos a la enfermería a que me curara los dedos y nos encontramos a Jake hablando con el Inquisidor, Jez le preguntó y Jake le dijo que no nos lo podía decir y que confiáramos en él. Y se lio. Siempre se han protegido el uno al otro y se lo contaban todo. Yo vivía con Jake en el orfanato, pero yo siempre he ido más a mi rollo, aunque Jez sea mi mejor amiga claro.  


-Así que está destrozando a los muñecos en vez de hacerle eso a Jake, ¿no? -Comentó William mientras cruzaba los brazos. - No quisiera estar en la piel de Jake...  


- ¡Ah! Cuando entramos a enfermería, Jake quiso entrar y Jez le cerró la puerta en la cara. Y parece que le ha roto la nariz...-Los tres jóvenes miraron a la rubia asombrados. 


-Acabemos con esto... -Dijo Derek resoplando 


Derek se abalanzó sobre ella, sujetándola desde la espalda, inmovilizándola. Jez se revolvió, gritando y pataleando, pero Derek era, evidentemente, más fuerte que ella. La cogió por la cintura, golpeó la muñeca de la joven haciendo que soltara la espada y volvió a abrazarla mientras ella seguía forcejeando. 


Terminó cargando a la joven al hombro, cual saco de patatas y empezó a caminar, alejándose del campo de entrenamiento, llevándola a un lugar apartado. Jezebel le golpeaba la espalda y seguía pataleando, pero Derek le inmovilizó las piernas con el brazo que tenía libre.  


La llevó al pequeño bosque que había tras el campo de atletismo y la dejó caer al suelo. Tal y cómo la joven tocó hierba, miró a Derek, furiosa y se lanzó contra él. El joven recibió el golpe, echando un pie atrás para mantener el equilibrio, le había golpeado con el hombro en las costillas. Empujó a Jez para apartarla de él y la joven volvió a cargar contra él, esta vez apuntó a las piernas. Derek se apartó levente, cogió a Jez por la nuca y la muñeca, empujó hacia abajo, dejándola tumbada en el suelo y retorciéndole el brazo suavemente, sin llegar a hacerle daño, quedando sobre ella. 


- ¿No es mejor desahogarse con alguien que con un muñeco? -Le susurró al oído y se levantó rápidamente, liberando a la joven. 


La joven se puso en pie de nuevo, sacudió el brazo que Derek le sujetaba. Sonrió de lado y se colocaron en guardia. El hijo del herrero se lanzó hacia la joven y, ésta corrió hacia él, aprovechó la inercia y se deslizó entre sus piernas, colocándose a su espalda y le golpeó con la pierna, haciendo que el joven cayera al suelo. Jez tumbó sobre la espalda del joven y le dio un beso en la mejilla. 


-La verdad es que si... Ya  a quién usar como desahogo. -Rio suavemente la joven. 

Derek sonrió, giró sobre sí mismo, dándose la vuelta, quedó sobre la chica, sujetándole las muñecas y las piernas de la joven con las suyas propias. Jez estaba totalmente inmovilizada.  





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