jueves, 26 de noviembre de 2020

48. Secretos.

 Al día siguiente, Jez y Kathra volvieron a entrenar juntas. Esta vez, la pelirroja iba más preparada y se había hecho una trenza en el pelo y colocado protecciones en brazos y piernas. Kathra, por su parte, encontró un guante de arquero y lo usó, ya que, de la tarde anterior, tenía ampollas en los dedos índice y corazón.  

Pasaron horas entrenando hasta quedar agotadas de nuevo. Jez se acercó a Kath y le pasó un brazo por los hombros. 


-Vamos a por algo de beber, estoy seca. - Dijo la joven sonriendo, aunque se le notaba el cansancio. 


-Si, por favor. - Respondió Kathra. 


Kath dejó el arco y el carcaj a un lado y se quitó la dactilera. Tenía los dedos ensangrentados, se le había reventado las ampollas. Jez se percató de ello. 


-Vamos primero a enfermería a curarte eso...-Dijo la joven, y ambas se dirigieron hacia allí. 


Llegando a la sala de curas, antes de girar la esquina, escucharon la voz de Jake que hablaba con otro hombre, cuya voz no conocían. Las chicas se miraron extrañadas y se asomaron al borde de la pared. ¿Un Inquisidor? 


-¿Qué hace Jake hablando con un Inquisidor? -Susurró Kathra. 


-No tengo ni idea, ¿no sabías nada de eso? -Preguntó Jez en el mismo tono. 


-La verdad es que no, y últimamente a penas lo veo... 


-...estás bien preparado, joven Jake. Pronto podrás comenzar tu misión. -Decía el hombre a Jake. 


- ¿Misión? ¿Qué misión? -La voz de Kath parecía algo sobresaltada. 


-Tenemos que hablar con él. Ya mismo. -Sentenció Jez. 


Las jóvenes se irguieron, aun cubiertas por la pared, respiraron hondo y avanzaron hacia la enfermería como si no hubieran visto nada. El hombre ya no estaba, sólo quedaba Jake. 


- ¡Vaya! -Exclamó Jez.- Mira quien está aquí... -Se acercó a Jake y le dio un beso en la mejilla. - Parece que hace días que no te veo 


-Eh...-El joven se sobresaltó al ver a las chicas. - Hola, si, verás... No me encuentro bien últimamente, por eso no estoy entrenando con vosotros y lo estoy haciendo por mi cuenta. 


- ¿Por tu cuenta? -Preguntó Kath y ambas jóvenes se cruzaron de brazos. - ¿O es que estás entrenando con ese Inquisidor que se acaba de ir? 


El rostro de Jake palideció, las chicas estaban muy muy enfadadas con él. Eran como hermanos desde pequeños y ahora les estaba mintiendo. 


-No  de lo que habláis. -Carraspeó el joven intentando recomponerse. 


- ¿Entonces vas a mentirnos a la cara? -Jez dio un paso hacia él, quedando a pocos centímetros de su cara. - ¿Quién era el Inquisidor? ¿Por qué estás entrenando con él? ¿Cuánto tiempo llevas mintiéndonos? -La joven empujó a Jake. - ¿Acaso no confías en nosotras? 


-Jez... -Jake cogió a la pelirroja por las muñecas para detenerla. - No puedo. 


- ¿No puedes? ¿O no quieres? -Preguntó Kathra. 


-No puedo, confiad en , de verdad.  


-Si tú no confías en nosotras, ¿por qué nosotras sí deberíamos hacerlo? -Respondió Jez, dado un tirón con las muñecas para zafarse de Jake. 


La pelirroja se dio la vuelta, golpeando a Jake con la trenza y entró a la enfermería, Kathra la siguió y cerró la puerta tras ella. La rubia se sentó en la camilla mientras Jez cogía los utensilios para hacerle las curas. 


Jake abrió la puerta, sin mediar palabra, Jez se acercó y cerró de un portazo, incluso puso el seguro de la puerta para que no pudiera entrar.  


Se acercó a Kath, se sentó en una silla y comenzó a hacerle las curas mientras la rubia ponía caras de dolor mientras Jez le desinfectaba los dedos. Minutos más tarde, Jez acabó de vendarle los dedos a su amiga, se levantó de la silla, lavó las pinzas y sus propias manos.  


La pelirroja abrió la puerta para salir de la enfermería y, frente a ella, sentado en el suelo estaba Jake, con la mano en la nariz, sangrando. 


-Jez –Se levantó de un salto y se acercó, aunque a cierta distancia. - Por favor, confiad en mi. 


-Dile al capitán que te vea la nariz, desconocido. -Respondió la joven con el odio y la decepción patentes en sus palabras y ojos. 


La joven continuó su camino, acompañada de Kath mientras que Jake se quedó allí, mirando como las chicas avanzaban por el pasillo. 




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