viernes, 16 de octubre de 2020

20. Preliminares.

La tarde transcurrió de forma tranquila, aunque la pelirroja no hacía más que darle vueltas al plan, de cómo salir, llegar hasta el puente, conseguir rescatar a la niña y volver sin ser vistos. Sabía que en tal que el capitán averiguara lo que iban a hacer o viera lo que habían hecho, podrían expulsarla, pero sería por salvar una vida inocente. 

Pasó la tarde con Castle, entrenando un poco con los maniquíes. El joven usaba como armas daga y estiletes, Jezebel daga y bastarda, así que podían practicarlos mismos movimientos. Kathra, que usaba un arco largo, estuvo con Antonio, que empleaba dos cuchillos con cadenas, se hallaban con las dianas, practicando tiro al blanco. 


Todo parecía de lo más normal entre ellos cuatro. Alguna de las chicas los miraba de vez en cuando pues sabían qué es lo que estaba pasando. Derek se acercó a Jezebel y Castle para darles un par de consejos y se quedó allí, ayudando. Alexander, Hawk y Jake apostaban entre ellos mientras observaban a Antonio y Kathra. William, como siempre, estaba sentado a un lado, bajo la sombra de un árbol mientras Silver le servía te. 


Jezebel observó que la mayoría del tiempo, Silver no se relacionaba con alguien que no fuera William, que la trataba como basura. Le hervía la sangre cada vez que William usaba a Silver hasta para atarle las botas. Silver le haría hasta la cama, no tenía pruebas, pero tampoco dudas. Pero ese será un tema a tratar otro día, hoy tenía que concentrarse en la niña desconocida. 


Llegó la hora de cenar, todos recogieron los materiales que habían estado usando por la tarde y se dirigieron al comedor, donde Rodrik les esperaba con la cena. Como siempre, asquerosa a la vista, pero deliciosa al paladar.  


Castle, Antonio, Kathra y Jezebel se sentaron en una mesa a solas para poder ultimar detalles de la misión. Primero, antes de irse a la cama, dejarían las armas en el hueco donde cayó Jez que es por donde saldrían, junto con una cuerda para bajar sin hacer ruido. Después saldrían a la superficie por el mismo sitio que salieron Jez y Kathra la otra vez, desde ahí irían hasta el puente, que Castle había descubierto que estaba en el barrio gremial. A continuación, se adentrarían en las cloacas, igual que vieron en la visión, no debería estar muy lejos de la entrada, pero lo suficiente para que no se vea luz o se oiga nada desde la entrada. El plan era rescatar a la niña sin ser vistos, para ellos podrían usar unas bombas de humo que María les había dado, a saber de dónde las habría sacado, y en el caso de ser vistos, noquear.  


Asimismo, cuando acabaron de cenar fueron a la armería, de uno en uno, para no levantar sospechas, dejaron sus armas y la cuerda en el sótano, donde Rodrik había puesto un tablón para repararlo en tal que tuviera los materiales. Posteriormente, los jóvenes se fueron a sus dormitorios respectivos. Eran sólo las once de la noche, habían quedado en el rellano a las dos y media, así que aun podían dormir un poco, pero Jez, para variar, no durmió. 







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