Era William. No solo la había visto en el coliseo, sino que habían luchado uno contra el otro. Las chicas abrieron los ojos como platos al ver al joven, Jezebel apretó aún más la mano de su amiga que hizo un pequeño gesto de dolor.
William entró al comedor y saludó a sus padres, luego a los anfitriones, y éstos hicieron la presentación.
-William, ella en mi hija, Jezebel, y su amiga, Kathra. -Dijo Aron mientras ponía una mano en el hombro de Jez, que lo único que hacía era temblar. La iban a descubrir.
-Un placer señorita. -Dijo el joven cogiendo la mano de Jezebel y dándole un beso en los nudillos.
-Eh... Es un placer, William. - Dijo ella, temblándole hasta la voz.
-Bien, pues ya que estamos todos, empecemos a cenar. -Declaró Sheeba.
Todos se volvieron a sentar alrededor de la mesa. Jezebel no le quitaba ojo a William, desconfiada. ¿Acaso no la había reconocido? Vale que estuviera cubierta de polvo, pero el pelo borgoña era muy poco común en el reino.
-...Sí, he competido en las pruebas. - Jezebel salió de sus pensamientos, aterrorizada. - Gané el primer combate -Lanzó una mirada a Jez que estaba frente a él y sonrió burlonamente. Si, sabía perfectamente quien era. - Pero fui derrotado en el segundo. Así que el año que viene volveré a presentarme y los aplastaré a todos. -Sonrió abiertamente.
-Llegarás a ser un gran caballero, seguro. -dijo Aron.
- ¿Y qué mejor para un gran caballero que una preciosa esposa? -Sheeba se puso en pie y, abriendo los brazos, sonrió de oreja a oreja. - Por eso cuando seáis mayores de edad os casareis. -La madre de William se levantó de su asiento y aplaudió enérgicamente.
Jezebel, que estaba bebiendo, se atragantó, y William dejó caer su cubierto. La joven se recompuso como pudo, se limpió los labios con la servilleta y se alzó.
-Es una broma, ¿verdad? -Dijo seriamente mirando a los ojos de su madre.
- ¿Qué te hace creer eso, querida? ¿Crees que bromearía con algo así? - Contestó su Sheeba.
Jez no sabía qué hacer en ese momento. No sabía si callar, gritar, seguir discutiendo... Miró a su padre, que le dedicó una mirada comprensiva y una leve sonrisa.
-Madre, ¿no somos muy jóvenes para eso? Además, si el año que viene superam...supero las pruebas, tendré que hacer años de instrucción. -Dijo William, en tono calmado.
-Por eso mismo, querido. Os casareis en unos años, esta cena es para forjar el compromiso, en unos meses anunciaremos vuestro enlace, aunque se celebre dentro de unos años. Así todos los caballeros del reino sabrán que la joven Krons está comprometida. - Declaró la señora Moore.
Jezebel se dejó caer en la silla. Estaba comprometida. Con el chico que la había vencido en la arena. Un matrimonio concertado. Las lágrimas empezaban a asomar por sus ojos. Kathra tomó la mano de su amiga y la apretó. Los tres jóvenes se mantuvieron en silencio durante el resto de la cena. William y Jez casi no comieron mientras sus padres hablaban y hablaban de la fiesta de compromiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario